HISTORIA DE ROMA desde su fundación.
TITO LIVIO
[1,3] Su hijo, Ascanio, no tenía la edad suficiente para
asumir el gobierno, pero su
trono permaneció seguro durante su minoría. En ese intervalo
- tal era la fuerza de
carácter de Lavinia - aunque una mujer fuese la regente, el
Estado Latino, y el reino
de su padre y su abuelo, se preservaron intactos para su
hijo. No voy a discutir la
cuestión (¿pues quién pudiera hablar con decisión sobre una
cuestión de tan
extrema entigüedad?) de si el hombre que quien la casa Julia
proclama, bajo el
nombre de Julo, ser su fundador, fue este Ascanio o uno más
antiguo que él, nacido
de Creusa, mientras Ilión aún estaba intacta, y después de
la caída compartió la
fortuna de su padre. Esta Ascanio, donde haya nacido, o cuál
sea su madre (aunque
se acepta generalmente que era el hijo de Eneas) dejó a su
madre (o a su
madrastra) la ciudad de Lavinio, que era por aquellos días
una próspera y rica
ciudad, con una población superabundante, y construyó una
nueva ciudad, al pie de
las colinas Albanas, que desde su posición, que se extiende
a lo largo de la ladera
de la colina, fue llamada "Alba Longa".
Transcurrió un intervalo de treinta años entre
la fundación de Lavinio y la colonización de Alba Longa. Tal
había sido el crecimiento
del poder latino, principalmente a través de la derrota de
los etruscos, que ni a la
muerte de Eneas, ni durante la regencia de Lavinia, ni
durante los años inmaduros
[minoría de edad.- N. del T.] del reinado de Ascanio, ni
Mecencio, ni los etruscos o
cualquier otra de sus vecinos se aventuró a atacarlos.
Cuando se determinaron los
términos de la paz, el río Albula, ahora llamado Tíber, se
fijó como la frontera entre
los etruscos y los latinos.
Ascanio fue sucedido por su hijo Silvio, que por casualidad
había nacido en el
bosque. Se convirtió en el padre de Eneas Silvio, quien a su
vez tuvo un hijo, Latino
Silvio. Él fundó varias colonias: los colonos fueron
llamados prisci Latini. El
sobrenombre de Silvio era común a todos los reyes de Alba
restantes, cada uno de
los cuales sucedió a su padre. Sus nombres son: Alba, Atis,
Capis, Capeto, Tiberino,
que fue ahogado en el cruce del Albula, y se dio su nombre
al río, que en adelante
se convirtió en el famoso Tíber. Luego vino su hijo,
Agrippa, tras él su hijo Rómulo
Silvio. Fue golpeado por un rayo y dejó la corona a su hijo
Aventino, cuyo santuario
estaba en la colina que lleva su nombre y ahora es parte de
la ciudad de Roma. Fue
sucedido por Proca, quien tuvo dos hijos, Numitor y Amulio.
A Numitor, el mayor, le
legó el antiguo trono de la casa Silvia. La violencia, sin
embargo, resultó más fuerte
que la voluntad paterna o que el respeto debido a la
antigüedad de su hermano,
pues su hermano Amulio le expulsó y se apoderó de la corona.
Adñadiendo crimen
sobre crimen, asesinó a los hijos de su hermano y convirtió
a la hija, Rea Silvia, en
virgen vestal; así, con apariencia de honrarla, la privó de
toda esperanza de resurgir.
[1,4] Sin embargo, las Parcas habían, creo, ya decretado el
origen de esta gran
ciudad y de la fundación del más poderoso imperio bajo el
cielo. La vestal fue
violada por la fuerza y dio a luz gemelos. Declaró a Marte
como su padre, ya sea
porque realmente lo creía, o porque la falta pudiera parecer
menos grave si una
deidad fue la causa de la misma. Pero ni los dioses ni los
hombres la protegieron a
ella o sus niños de la crueldad del rey; la sacerdotisa fue
enviada a prisión y se
ordenó que los niños fuesen arrojados al río. Por un enviado
del cielo, ocurrió que el
Tiber desbordó sus orillas, y las franjas de agua estancada
impidieron que se
aproximaran al curso principal. Los que estaban llevando a
los niños esperaban que
esta agua estancada fuera suficiente para ahogarlos, por lo
que con la impresión de
estar llevando a cabo las órdenes del rey, expusieron los
niños en el punto más
cercano de la inundación, donde ahora se halla la higuera
Ruminal (se dice que
había sido anteriormente llamada Romular). El lugar era
entonces un páramo
salvaje. La tradición continúa diciendo que, después que la
cuna flotante, en la que
los niños habían sido abandonados, hubiera sido dejada en
tierra firme por las aguas
que se retiraban, una loba sedienta de las colinas
circundantes, atraída por el llanto
de los niños, se acercó a ellos , les dio a chupar sus tetas
y fue tan amable con ellos
que el mayoral del rey la encontró lamiendo a los niños con
su lengua. Según la
historia, su nombre era Fáustulo. Se llevó a los niños a su
choza y los dio a su
esposa Larentia para que los criara. Algunos autores piensan
que a Larentia, por su
vida impura, se le había puesto el apodo de
"Loba", entre los pastores, y que este
fue el origen de la historia maravillosa. Tan pronto como
los niños, así nacidos y
criados, llegaron a ser hombres jóvenes que no descuidaban
sus deberes pastoriles,
pero su auténtico placer era recorrer los bosques en
expediciones de caza. Como su
fuerza y valor fueronse así desarrollando, solían no sólo
acechar a los feroces
animales de presa, sino que incluso atacaban a los bandidos
cuando cargaban con
el botín. Distribuían lo que llevaron entre los pastores con
quienes, rodeados de un
grupo cada vez mayor de jóvenes, se asociaron tanto en sus
empresas serias como
en sus deportes y pasatiempos.
Fuente:HISTORIA DE ROMA
desde su fundación.
TITO LIVIO
Libros I a X
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Titvs Livivs
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