La civilización islámica
CULTURA.
La cultura islámica fue sintética, no solamente de los árabes, pues
también participaron en ella otros pueblos con los que el Islam estuvo en
relación (egipcios, griegos, persas, judíos, etcétera), todo bajo el aglutinante
de una lengua y una religión comunes.
A la
cultura islámica se incorporaron muchos elementos de variado origen: ideas
cristianas, judías y zoroástricas; formas de gobierno bizantinas y persas
sasánidas; estilos y soluciones artísticas indias, persas, bizantinas (cúpula)
y visigodas (arco de herradura); influencias helenísticas, particularmente en
ciencia (astronomía, cartografía, medicina, álgebra, geometría) y filosofía
(traducciones al árabe de los grandes maestros griegos, especialmente Aristóteles).
La
cultura árabe fue de extraordinaria importancia, ya que a través de las rutas
caravaneras o directamente por Sicilia o España habría de penetrar en Europa
Occidental y contribuir decisivamente a su desarrollo. Gracias a los árabes se
difundieron por Europa la filosofía clásica, la numeración árabe, la pólvora,
el molino de viento, el papel, la brújula, el cultivo de la naranja, el
limonero, el arroz, el algodón, la caña de azúcar, etcétera. La literatura
musulmana, de carácter naturalista y sensual, y con gran influencia oriental
(Las Mil y Una Noches), y dentro de ella la poesía, influyó de forma importante
y definitiva en el nacimiento del romance español y francés.
El
arte islámico no fue innovador, pues se limitó a tomar las técnicas y los temas
de los países invadidos, pero siempre poniendo bien de relieve una
característica peculiar: el gran amor a la decoración en yeserías o cerámica,
que se limita a motivos vegetales, geométricos o a inscripciones, ya que su
religión les prohíbe las representaciones humanas.
El
edificio típico en arquitectura es la mezquita, en la que destacan los
minaretes o torres para llamar a la oración. El arco más empleado es el de
herradura, el lobulado y el de herradura apuntado. Son también de destacar las
cúpulas, que en ocasiones adoptan formas bulbosas. Entre las mezquitas más
importantes cabe destacar las de Damasco (Siria), Kairuán (Túnez), Omar
(Jerusalén), Córdoba. Otros edificios notables son los palacios y los
mausoleos, con patios porticados, fuentes y armoniosos jardines (Alhambra de
Granada, Taj-Mahal, en Agra, India).
Fuente: Enciclopedia Tematica Lafer
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