HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
El ejército se puso contra Von Papen y Hindenburg apoyó a la
institución armada. El canciller había sido depuesto y el Presidente pensó que
libraba a Alemania de una guerra civil. El 2 de diciembre Kurt Von Schleicher
fue nombrado canciller. El general llegaba a este alto puesto en la cumbre de
la depresión. Estuvo 57 días en el puesto, en una época de odios e intrigas.
Trató de que Hitler se uniera a su gobierno. Como no lo logró, trató de dividir
al partido. Los nazis estaban en problemas económicos, no tenían fondos para
pagar la nómina de miles de funcionarios, para los 2 millones de marcos que
costaban las SA a la semana y debían las impresiones de los diarios.
En las elecciones en Turingia los nazis perdieron un 40 % de
los votos. Sabían que nunca lograrían el poder mediante la votación.
Strasser discrepaba con Hitler en la forma de buscar el
poder total. Le envió una carta renunciando, su principal seguidor desertaba.
Hitler se sintió traicionado. Pero se esforzó por cerrar en
un círculo la lealtad al resto. El nuevo canciller estaba a punto de caer. No
contaba con la mayoría del Reichstag. El 28 de enero presentó la dimisión a
Hindenburg, quien le pidió a Von Papen que indagara la posibilidad de un
gobierno encabezado por Hitler en términos constitucionales. Mientras los nazis
celebraban, corrió el rumor de que se estaba preparando una dictadura militar.
Goering le fue a avisar a Hindenburg y a Von
Papen, mientras Hitler ponía en estado de alarma a la SA en
Berlín.
Se nombró Ministro de Defensa a Blomberg el 30 de enero de
1933. El gabinete de Hitler se había constituido y fue nombrado canciller.
Los nazis eran minoría. Tenían 3 de 11 puestos del gabinete.
Los ministerios importantes, los tenían los conservadores que creían estar
usando a los nazis para sus fines. Nadie comprendió en ese momento las fuerzas
que se estaban ayudando a encumbrar a las alturas.
Los alemanes impusieron la tiranía nazi a sí mismos.
El error: no oponerse unidos a Hitler. Al mediodía del 30 de
enero de 1933, el Presidente nombró canciller a Hitler. Su poder, aunque
grande, no era completo. Su tarea inmediata: eliminar a quienes le quitaban
parte del poder. Con ese elemento llevaría a cabo su revolución nazi.
A las 5 horas hizo el primer consejo de ministros. Ayudado
por Goering empezó a obligar a sus colegas conservadores para que le siguieran
la corriente. Mandó a Goering a hablar con los centristas, que tenían 70
escaños en el Reichstag. Como ponían condiciones, Goering propuso disolver el Reichstag
y llamar a elecciones. Hitler dio su aprobación. Fue a hablar con ellos y luego
dijo que los del centro hacían peticiones imposibles de aceptar y que no había
posibilidad de acuerdo. Pidió al Presidente que disolviera el Reichstag y
llamara a elecciones, él aseguró que no haría cambios en el gabinete. El 5 de
marzo hubo nuevas elecciones. Los nazis usaron vastos recursos del gobierno
para acumular votos. Tenían la radio y la prensa a su disposición, por lo que
pusieron en escena una obra maestra de propaganda.
Invitaron a magnates a ayudarlos económicamente. Hitler
suprimió las reuniones y la prensa comunista. Goering fue nombrado ministro del
Interior de Prusia. Expulsó a los oficiales republicanos y los reemplazó por
nazis, sobre todo oficiales de la SA y la SS. Ordenó a la policía evitar
hostilidades entre estas dos fuerzas. Invitó a eliminar a todos los que se
opusieran a Hitler.
Fuente: HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
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