HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Causas que originaron la Segunda Guerra
Mundial
Malestar dejado por la Primera Guerra
Mundial
Alemania, derrotada albergaba un profundo resentimiento por
la pérdida de grandes áreas geográficas y por las indemnizaciones que debía
pagar en función de las reparaciones de guerra impuestas por el Tratado de
Versalles en 1919. Algunas de esas cláusulas establecidas dentro del tratado
firmado por Alemania fueron:
1.- Pago de indemnizaciones por parte de Alemania a los
Aliados por las perdidas económicas sufridas por los mismos a causa de la
guerra.
2.- Reducción del ejercito alemán a la cantidad de 100.000
hombres, no posesión de ningún arma moderna de combate ( tanques, aviación y
submarinos ).
3.- Reducción de la flota Alemana a buques menores a las
10.000 toneladas.
4.- La gran recesión que se presentó en el mundo entre los
años 20 y 30, que en Alemania, crearon desempleo, caída del nivel de vida de la
clase media, que a su vez abonaron el camino para el surgimiento de las reivindicaciones
alemanas y con ello el impulso al partido Nacional-Socialista (Nazi).
Italia, una de las vencedoras, no recibió suficientes
concesiones territoriales para compensar el coste de la guerra ni para ver
cumplidas sus ambiciones, no había quedado muy conforme con la repartición de
territorios hecha en virtud del Tratado de Versalles. Los italianos obtuvieron
sólo los territorios de Trento y Trieste, cuando aspiraban a ganancias mucho
mayores. Por otra parte, la miseria reinaba en los campos y la carestía azotaba
las ciudades, haciendo crecer el descontento popular.
Japón, que se encontraba también en el bando aliado
vencedor, vio frustrado su deseo de obtener mayores posesiones en Asia
oriental.
Ideologías anticomunistas: el Fascismo y el Nazismo
Ideologías totalitarias de distinto signo se impusieron en
tres naciones europeas: Rusia, Italia y Alemania. Con profundas diferencias
entre ellos, estos sistemas tuvieron como denominador común la supresión de la
libertad política y el papel de preponderante del Estado controlado por un solo
partido.
Fascismo
Mussolini fundó en 1914 un periódico, "Il popolo
d'Italia", tribuna que utilizó para incitar la entrada de Italia a la Primera Guerra. Al
término del conflicto bélico, creó una unión de ex combatientes bautizada como
"Fascio di combatimento". De este grupo nació el movimiento fascista,
de cuño nacionalista y anticomunista. Los fascistas declararon la lucha al
comunismo y al débil gobierno de la época, organizando expediciones a los
pueblos italianos, donde obligaban a dimitir a los alcaldes socialistas.
Benito Mussolini estableció en Italia en 1922 la primera
dictadura fascista. Su régimen fue nacionalista y totalitario. La economía se
organizó en base a corporaciones gremiales que agrupaban a obreros y patrones.
El corporativismo es una de las características principales que identificaron
al fascismo. La preparación militar de la población fue otro de los objetivos
del régimen fascista.
Mussolini logró algunos éxitos económicos en cuanto a
aumentos de producción y gobernó como amo y señor de Italia, destruyendo a
todos los partidos no fascistas y a sus adversarios políticos.
En 1937, Italia adhirió al pacto contra la propagación de
los comunistas que ya habían firmado Alemania y Japón. Los bloques ya se perfilaban
con nitidez.
Nazismo
Adolf Hitler postulaba que según las leyes naturales, los
más fuertes debían imponerse a los más débiles. También consideraba que existía
una tendencia natural hacia la duración de las razas, idea en la que se basó
para luchar por la pureza de la raza aria, tronco étnico de lo germanos.
Según Hitler, los arios eran una raza privilegiada
"forjadora de cultura". Los judíos, en cambio, representaban para él
un pueblo destructor de esa cultura. Hitler veía en el antisemitismo un fundamento
de su misión histórica. Esto le llevó a desencadenar una implacable
persecución, que comenzó por despojar a los judíos de sus bienes, continuó con
su discriminación en todos los aspectos y culminó con cinco millones de
víctimas en los campos de concentración.
El estado debía organizarse en base a un principio
aristocrático, donde la autoridad estaría en manos del líder, de especial
capacidad, en el cual el pueblo depositaría su confianza. Esto explica que
Hitler utilizara el título de Führer, o líder, en el régimen totalitario que
logró instaurar. Por último, es necesario mencionar que el Führer consideraba
fundamental para el porvenir de Alemania la conquista de un "espacio
vital" en Europa, lo que implicaba la expansión territorial.