HISTORIA DE LA
CONQUISTA
DE MÉXICO
Prologo 2
Por tanto, el hombre no hace sino cumplir con los designios
de la Providencia
Divina, convirtiéndose así en un simple ejecutor de sus
mandatos.
Esta tesis la sustenta Gómara en sus escritos, como
comprobaremos a continuación.
Así, en la batalla entre Cortés y los de Tabasco, cuando los
españoles
están a punto de ser vencidos, apareció Francisco de Morla
en un caballo
rucio picado, lo que hizo retraerse a los indios. A poco
toman nuevos
ímpetus y tornó el caballo una segunda y tercera ocasión.
Llegado Cortés:
Dijéronle lo que habían visto hacer a uno de a caballo, y
preguntaron si era de
su compañía, y como dijo que no, porque ninguno de ellos
había podido venir
antes, creyeron que era el apóstol Santiago, patrón de
España. Entonces dijo
Cortés: adelante, compañeros, que Dios es con nosotros y el
glorioso San Pedro.
No pocas gracias dieron nuestros españoles cuando se vieron
libres de las
flechas y muchedumbres de indios, con quien habían peleado,
a nuestro Señor,
que milagrosamente los quiso librar; y todos dijeron que
vieron por tres
veces al del caballo rucio picado pelear en su favor contra
los indios, según
arriba queda dicho; y que era Santiago nuestro patrón.6
Tenemos aquí un caso típico de reminiscencias épicas, que
podemos
parangonar con la actuación de los dioses paganos en los
poemas homéricos,
pero siempre y cuando tomen en cuenta lo expresado por
Croce.
En ésta –la nueva religión cristiana– las fábulas que se
fueron formando y los
milagros en que se creyó, se espiritualizaron, cesaron de
ser supersticiones, o
sea algo extraño o discordante respecto de la concepción
humanística general,
y se pusieron en armonía con la nueva concepción
supranaturalista y trascendente
a la cual acompañaban. Así el mito y el milagro
intensificándose en
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5. Benedetto Croce, Teoría e historia de la historiografía,
Buenos Aires, Editorial Escuela, 1955, p. 166.
6. Francisco López de Gómara, Historia de la conquista de México,
México, Robredo, 1943,cap. XX.
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el cristianismo, se hacían a la vez distintos de los mitos y
los milagros de los
antiguos.7
Ratificamos el acervado providencialismo del clérigo de
Cortés en los
siguientes párrafos:
que andaban peleando por los españoles Santa María y
Santiago en un caballo
blanco, y decían los indios que el caballo hería y mataba
tantos con la boca y
con los pies y manos como el caballero con la espada, y que
la mujer del altar les
echaba polvo por las caras y los cegaba; y así, no viendo al
pelear, se iban a sus
casas pensando estar ciegos, y allá se hallaron buenos (...)
que sus dioses eran
vanos y su religión falsa, y la nuestra cierta y buena;
nuestro Dios justo, verdadero
criador de todas las cosas, y la mujer que peleaba era madre
de Cristo, dios
de los cristianos, y el del caballo blanco era apóstol del
mismo Cristo, venido
del cielo a defender aquellos poquitos españoles y a matar
tantos indios.8
Podemos concluir diciendo que en tratándose de Gómara
estamos en
presencia del más acrecido caso de providencialismo, y que
en algunos aspectos
denota gran ingenuidad.
Por otra parte, Ramón Iglesia, que tanto y tan bien
escudriñara en la
obra de nuestro autor, piensa que “Para Gómara, en una
palabra, la historia
es esencialmente la biografía de los grandes hombres”9. Y
nos proporciona
párrafos del mismo que comprueban fehacientemente su aserto,
como
aquel que dice: “Si la historia lo sufriese todos los
conquistadores se habían
de nombrar; mas, pues no puede ser, hágalo cada uno en su
casa”. En este
pensamiento está implícito que Gómara sólo mencionaría en su
Historia de
la conquista… al hacedor de la misma. Seguramente esto llenó
de irritación
a Bernal Díaz, porque sólo se ocupaba de Hernán Cortés y
pasaba por alto
las actuaciones de la tropa que había participado en la
conquista10.
Iglesia saca a colación otros pasajes de las obras de Gómara
que ratifi-
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7.
Benedetto Croce, op. cit., p. 166.
8. Francisco López de Gómara, Historia de la conquista…,
cap. CV.
9. Ramón Iglesia, Cronistas e historiadores de la conquista
de México, México, El Colegio de México, 1942, p. 100.
10. Francisco López de Gómara, Historia de la conquista…, cap.
CLXVII.
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can su dicho y que aparecen en la Crónica de los Barbarrojas
y en los Anales
del emperador Carlos V, escritos que no son otra cosa sino
biografías de esos
personajes, por lo que concluye:
Debemos tener muy presente esta claridad de visión de
Gómara, este deseo
suyo de caracterizar plenamente a sus personajes, con
bondades y defectos,
dentro de la mayor sobriedad posible. Y de acuerdo con su
idea del papel decisivo
que las grandes individualidades juegan en la historia. Si
se olvida esto
se prescinde de un punto de vista esencial, del que hay que
partir para la comprensión
de la obra de Gómara, y especialmente de la Conquista de México.
Gómara está plenamente dentro de la ideología del Renacimiento
al tener un
concepto individualista, aristocrático y heroico de la
historia. La biografía fue
uno de los géneros que más desarrollo alcanzaron [sic] en la
época renacentista,
época que Burkhardt caracterizó como descubridora del
individuo.11
Fuente: HISTORIA DE LA CONQUISTA
DE MÉXICO
© Fundación Biblioteca Ayacucho, 2007
Colección Clásica, Nº 65
Primera Edición Biblioteca Ayacucho, 1979
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