Si inicialmente Al-Andalus fue una provincia
del Imperio Árabe gobernada por un walí, a mitad del siglo VIII, tras la
matanza de los omeyas de Damasco y la sustitución por la dinastía Abbasida de
Bagdad, el omeya Abderramán, único superviviente de su familia, declara
Andalucía emirato independiente políticamente. El paso decisivo se llevó a cabo
en el siglo X, cuando los emires cordobeses se autodenominan califas, con lo
que lograrían independizarse también religiosamente del poder central.
Socialmente podemos distinguir una aristocracia árabe y una población
mayoritariamente libre, en los campos o en las ciudades, y los esclavos
urbanos, rurales e integrantes de la milicia.
Existían minorías religiosas importantes en tierras de religión oficial
diferente: judíos, mozárabes (cristianos que practicaban su religión en
territorio dominado por los musulmanes, por lo que debían de pagar un tributo)
y mudéjares (musulmanes que vivían en territorio cristiano y cuyo número fue
aumentando según avanzaba la reconquista; al bautizarse y convertirse recibían
el nombre de moriscos).
La
economía de la España
musulmana y cristiana fue, inicialmente, diferente. Una, de economía rural,
primitiva y rudimentaria, basada en la agricultura y la ganadería (España cristiana).
Otra, por el contrario, de tipo urbano, rica y floreciente, eminentemente
comercial y que controlaba el gran mercado del oro europeo, con una agricultura
en considerable auge: introducción de nuevos cultivos (arroz, cítricos), mejora
de las técnicas de regadío, explotación de los cultivos tradicionales
(cereales, vid, olivo).
Durante la Edad
Media , y como oposición al Islam, surgieron los reinos
cristianos peninsulares. Se considera primer Rey a don Pelayo, proclamado por
los asturianos en el año 718. El reino de Asturias había de repoblar las
tierras de Galicia, León, Portugal y Castilla. En el siglo X, y por influencia
feudal, se crean los condados de Castilla y Portugal, que poco más tarde se
convertirán en reinos independientes. También en el siglo X, la corte asturiana
se traslada a León, adquiriendo importancia este reino. En los Pirineos y
tierras limítrofes surge el reino de Pamplona, del que había de ramificarse el
condado de Aragón, futuro reino. En el Pirineo oriental aparecen varios
condados en relación directa con los francos: los condados catalanes. Unidos
por medio de lazos matrimoniales el reino de Aragón y los condados catalanes,
se logra la consolidación de la
Corona de Aragón.
Fuente: Enciclopedia Temática Lafer