HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
La oportunidad de triunfo para los nazis se presentó tras la
crisis económica desatada el año 1929.
La población estaba angustiada por la falta de trabajo y
muchos capitalistas veían con temor el avance de los comunistas, que se habían
hecho más fuertes después de la Revolución Rusa.
Además, había en el ejército un deseo revanchista, provocado
por la dura humillación que Alemania había sufrido en la Primera Guerra
Mundial. Por todo esto, la idea nazi comenzó a ser captada con simpatía por
parte de las masas alemanas, que quería recuperar su orgullo nacional.
Japón no adoptó un régimen fascista de forma oficial, pero
la influyente posición de las Fuerzas Armadas en el seno del gobierno les
permitió imponer un totalitarismo de características similares.
Los militares japoneses aprovecharon un pequeño
enfrentamiento con tropas chinas en las proximidades de Mukden (actual
Shenyang) en 1931 como pretexto para apoderarse de Manchuria, en donde
constituyeron el Estado de Manchukuo en 1932. Asimismo, ocuparon entre 1937 y
1938 los principales puertos de China.
Nacionalismos que se transforman en imperialismos
Las apetencias de expansión y dominio del régimen nacional
socialista que desembocaron en la invasión de Polonia por Alemania, lo cual
significó el estallido de la guerra dos días después.
El conflicto entre Alemania y Polonia se hacía inevitable.
Polonia, Estado eslavo, constituía una traba para la expansión hacia el este
soñada por Hitler. Desde 1919, Alemania intentaba formular reclamación de
índole fronteriza a costa de Polonia, país que comprendía una minoría germana
entre 700 y 800 mil individuos, que en opinión de los alemanes, las fronteras
de Alta Silesia también constituían una "flagrante injusticia". Además,
la cuestión de Dantzig y el corredor polaco venían produciendo grandes
fricciones entre Varsovia y Berlín. En 1919 Dantzig se convirtió en un estado
libre bajo control de la
Sociedad de Naciones, pero Alemania lo reivindicaba por
estimar que
su población era casi exclusivamente de lengua Alemana.
La agresión alemana
Hitler inició su propia campaña expansionista con anexión de
Austria en marzo de 1938, para lograr la cual no hubo de hacer frente a ningún
impedimento: Italia lo apoyó, y los británicos y franceses, intimidados por el
rearme de Alemania, aceptaron que Hitler alegara que la situación de Austria
concernía a la política interior alemana. Estados Unidos había limitado
drásticamente su capacidad para actuar contra este tipo de agresiones después
de haber aprobado una ley de neutralidad que prohibía el envío de ayuda
material a cualquiera de las partes implicadas en un conflicto internacional.
En septiembre de 1938, Hitler amenazó con declarar la guerra
para anexionarse la zona de la frontera occidental de Checoslovaquia con sus
3,5 millones de ciudadanos de lengua alemana.
El primer ministro británico, Arthur Neville Chamberlain,
inició una serie de conversaciones que concluyeron a finales de mes con el
Pacto de Munich, en el que los checoslovacos, instados por británicos y
franceses, renunciaban a la frontera occidental de Checoslovaquia a cambio de
que Hitler se comprometiera a no apoderarse de más territorios checos.
Este acuerdo fue infructuoso: Hitler invadió el resto de
Checoslovaquia en marzo de 1939. El gobierno británico, alarmado por esta nueva
agresión y las amenazas proferidas por Hitler contra Polonia, se comprometió a
ayudar a este país en el caso de que Alemania pusiera en peligro su
independencia. Francia también estableció un tratado de defensa mutua con
Polonia.
Fuente: HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA
MUNDIAL