Periodo Neolítico DIFUSIÓN DEL NEOLÍTICO.



Periodo Neolítico

DIFUSIÓN DEL NEOLÍTICO.  Basándonos en los yacimientos neolíticos hallados hasta ahora, podemos seguir las áreas de difusión del Neolítico, a través de caminos marinos y terrestres, siguiendo tres direcciones fundamentales con sus respectivas ramificaciones.

    Una primera, llamada ruta mediterránea, cuyo punto de partida fueron las costas Sirio-Palestinas, se extendió por el Norte de África y llegó en primer lugar al Valle del Nilo, dotado de condiciones para la agricultura y favorecido por su proximidad; alcanzó luego a la costa mediterránea del Mogreb, con posibles penetraciones en el interior, y al Sur de Europa - Grecia, Yugoslavia, Italia, Francia y España - con escasa penetración hacia el interior. En estos países europeos y del Mogreb hay un predominio de la vida cavernícola sobre los poblados y aparece un tipo de cerámica, «la cardial», decorada antes de la cocción con impresiones realizadas con conchas, punzones, etcétera.

    La segunda oleada se dirigió hacia el Norte, también en varias direcciones, abarcando las llanuras centrales de Europa - ruta danubiana, caracterizada en una primera fase por su cerámica en bandas y en una segunda por la decorada con impresiones - y las de Asia, hasta el Norte de China. Finalmente, otra se extendió por el Sudeste asiático: India, donde apareció, en el segundo milenio, la importante cultura de Mohenjo-Daro, de tipo urbano y escritura jeroglífica: Indochina y Sur de China. En toda esta amplia zona las peculiaridades climatológicas propiciaron la introducción de nuevas variedades de cereales, como el arroz y el mijo. Concretamente en el caso de China, algunos prehistoriadores, sobre todo chinos, defienden el carácter autóctono de su Neolítico, como origen de la posterior cultura china.

Fuente: Enciclopedia Lafer

Periodo Neolítico EL CRECIENTE FÉRTIL


  

Periodo Neolítico

  EL CRECIENTE FÉRTIL.  El Neolítico no surgió en todas partes al mismo tiempo ni se desarrolló de igual manera, siendo, además, según se deduce a partir de los datos ofrecidos por las excavaciones efectuadas, un fenómeno que requirió un período de lenta gestación.

    De acuerdo con los restos arqueológicos encontrados hasta ahora, fue el Próximo Oriente la cuna del nuevo tipo de vida. En cuevas de Palestina y el Norte de Irak, entre otras, se han encontrado hoces, piedras y mazos para moler y grandes recipientes de piedra pulimentada fechados alrededor del noveno milenio a. de C., hallazgos que parecen indicar la presencia en la zona de cereales, todavía silvestres, recolectados por sus habitantes que disponían de útiles, aunque rudimentarios, apropiados para ello. Sin embargo, todavía seguían dedicándose a la caza, como testimonian las pequeñas piezas de piedra tallada descubiertas en los mismos yacimientos.

    Posteriormente, las excavaciones de restos de pequeños poblados, aún del séptimo milenio, nos ofrecen casas construidas con arcilla y dotadas de hornos y silos, restos de granos de cereales y de huesos de animales domésticos, y además, instrumentos de piedra pulimentada que no aparecían anteriormente: azadas, hachas, etc. Ya en el milenio siguiente, el Neolítico parece plenamente consolidado en el Próximo Oriente: poblados mayores, calles, recintos decorados, cerámica y primeros objetos rudimentarios de cobre.

     El área de estos primeros yacimientos neolíticos, conocida con el nombre de Creciente fértil, se extiende por Palestina y Jordania occidentales, Irak e Irán meridional, hasta las zonas montañosas de los Zagros. Habría que añadir, de acuerdo con los últimos descubrimientos, parte de Anatolia. Entre todos los asentamientos destaca el de Jericó, donde se puede apreciar el paso de la cultura Natufiense a una plenamente neolítica.

    ¿Cómo fue posible tan espectacular avance? En el caso concreto del Próximo Oriente, parece ser que el cambio de clima fue el factor condicionante fundamental; actuó como estímulo sobre los grupos humanos allí existentes, que se vieron obligados a responder a las nuevas condiciones climáticas más hostiles con un nuevo modo de vida que se adaptase mejor a ellas. La reducción de la pluviosidad, después de la última glaciación, trajo consigo un progresivo aumento de la aridez, que hizo más pobre la vegetación, mientras las especies animales empezaban a decrecer, bien por muerte bien por emigración. El hombre sólo podía subsistir en estas circunstancias si ideaba algún medio para conservar, acrecentar y seleccionar las plantas y animales que se adaptasen más fácilmente al medio.

    De igual modo, la progresiva desecación del Sur, con la aparición de los grandes desiertos, determinó que la gente de estas regiones buscase asentamiento junto a los oasis, fuentes y ríos. Allí acudirían también los animales, que se irían acostumbrando a la presencia del hombre, produciéndose una reagrupación de la población y de la fauna en determinadas regiones, lo que conduciría necesariamente a la búsqueda de nuevos medios para aumentar la insuficiente alimentación. Tanto el cultivo, fruto de un largo proceso de observación y suma de experiencias, como la domesticación, que bien pudo iniciarse con motivo de incidentes de caza, representan en líneas generales un ajuste de los seres vivos al medio ambiente: cada uno sobrevive gracias a los otros.

    No obstante, hay autores para quienes no se habría producido en tal período posglaciar ninguna variación climática considerable; el hombre sería, según ellos, la clave del cambio, pues, una vez lograda cierta maduración, pudo muy bien aprovecharse de las condiciones favorables entre las que destacan las de tipo topográfico.

    Aunque, como hemos visto, el Neolítico no se inició en los grandes valles fluviales, cuyos aluviones, entonces pantanosos, se prestaban poco al cultivo sin un trabajo previo de desecación mediante el oportuno drenaje, fue allí donde las sociedades neolíticas alcanzaron mayor desarrollo, ya que una vez realizado aquél se obtuvieron abundantes cosechas. El excedente que estas proporcionó liberó paulatinamente mayor mano de obra e hizo que el trabajo fuese menos absorbente, permitiendo que algunos miembros de la comunidad se dedicasen al ensayo o al perfeccionamiento de nuevos instrumentos, lo cual daría lugar a los nuevos adelantos técnicos, tan fundamentales para el progreso. Entre ellos jugó un papel decisivo el desarrollo de la metalurgia; primero apareció el cobre, luego el estaño y finalmente el bronce, aleación a base de los dos anteriores. Con ellos se abría un esperanzador horizonte para la humanidad con la posibilidad de creación de una amplia gama de nuevos objetos acomodados a las nuevas circunstancias y necesidades, tales como el carro de ruedas.

    La división del trabajo se iba acelerando y con ella el progresivo avance de las técnicas artesanales dispuestas para producir más y mejor. La producción de riqueza tanto en el campo, beneficiado por los nuevos inventos, como en lo que podíamos llamar los talleres artesanales, fue en aumento, creándose un excedente que hacia posible la expropiación y, por consiguiente, la propiedad privada y el comercio. Este enriquecimiento, que permitía que los poblados se agrandasen, hizo más acuciante la necesidad, ya existente desde los inicios del Neolítico con la aparición de una economía de previsión y reservas, de organizar fuerzas de defensa que constituirán los primeros ejércitos. A su vez, los trabajos de desecación de los campos primero y la regulación posterior de las labores agrícolas, exigieron la presencia y el prestigio de una dirección eficaz, base del poder político que aparece ahora por primera vez. El nuevo sistema de vida hizo indispensable la diversificación de funciones y originó la formación de grupos encargados de las distintas tareas requeridas por la sociedad, estratificándose ésta.
Fuente: Enciclopedia Lafer


Periodo Neolítico CREENCIAS RELIGIOSAS


  

Periodo Neolítico

CREENCIAS RELIGIOSAS.  A su vez, la mayor vinculación a la naturaleza, la dependencia de sus ciclos y alternativas, la observación expectante de los fenómenos naturales introdujeron modificaciones en las creencias religiosas que, lógicamente, debían variar al igual que lo habían hecho las aspiraciones de los hombres. Sin embargo, no se puede afirmar que hubiese ruptura total con las ideas religiosas anteriores. Persistía la concepción de un universo poblado de espíritus, benéficos unos, maléficos otros, y la consiguiente utilización de fetiches. No obstante, esa dependencia estrecha del mundo vegetal inducía al hombre a estar atento al misterio, dotándole de una sensibilidad religiosa más aguda que le permitía elaborar primitivos sistemas mítico-religiosos, paulatinamente perfeccionados, inspirados en la misma naturaleza concebida como reflejo de la divinidad. De ahí la importancia del fuego, el rayo, el sol, el agua y la exaltación de la fecundidad, existente ya en el Paleolítico, que originará un importante y extendido culto a la diosa Madre, garantía de la fertilidad de los campos y de la fecundidad ya no sólo del ganado, sino también de las familias, que con la nueva estructura de producción, requieren más brazos para el laboreo de las tierras y el cuidado de los animales.

    La presencia de esta diosa en tumbas megalíticas la han querido interpretar algunos autores como una vinculación de la divinidad representada en las pequeñas estatuillas con la idea de resurrección.

    En este terreno religioso hay que destacar, de igual modo, el profundo significado de la muerte para el hombre neolítico; seguramente estaba ligada, por similitud, con los ciclos naturales a la idea de regeneración. Los ritos de enterramiento están dotados de una solemnidad y grandiosidad, testimoniada por esos impresionantes monumentos megalíticos formados por voluminosos bloques de piedra y erigidos prácticamente por todos los pueblos prehistóricos de Occidente, si bien su foco originario lo sitúan algunos en la Península Ibérica. Se dan varios tipos:

    - Los menhires son unas piedras largas, clavadas verticalmente en el suelo, que pueden aparecer aisladas o en conjunto, dando lugar, en este caso, a los alineamientos formados por menhires dispuestos en hileras paralelas que llegan a alcanzar en algunos casos, alineamientos de Carnac, una longitud superior a los tres kilómetros; el agrupamiento puede realizarse también en forma de círculo, originando los llamados cromlechs, vinculados al culto del Sol.

    Existen diversas interpretaciones de la misión de los menhires; para unos serían simples señalamientos de sepulturas, para otros estarían destinados a fijar las almas de los muertos; finalmente, otros, basándose en la observación de las denominadas estatuas menhires, frecuentes en el Sur de Francia, sostienen que podían ser la representación de un dios o quizá de un sacerdote con poderes mágicos.

    - Los dólmenes están compuestos por una o más piedras colocadas horizontalmente sobre otras verticales formando una mesa que originariamente estaba cubierta por un túmulo de tierra que la protegía. Según algunos autores, se podía tratar de sepulturas colectivas donde al mismo tiempo se oraba a los muertos y se les hacia ofrendas para pedir su ayuda y protección. Los dólmenes pueden alcanzar mayor complejidad originándose las impresionantes cuevas de corredor, como la de la Menga, en Antequera.
Fuente: Enciclopedia Lafer

Apuntes para una historia universal



Apuntes para una historia universal
Lic. Rubén Cañedo Andalia,1 Lic. Caridad Karell Marí2

La civilización europea, cuyos antecedentes se remontan a los años 5 000 a.n.e., se basó en grandes villas agrícolas, así como en el uso de la metalurgia y los símbolos. La economía agrícola de la Vieja
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Europa proviene de Mesopotamia, donde se desarrolló primero, pero es en Europa Central donde se convirtió realmente en la base de una cultura avanzada, como resultado de la inestabilidad del clima continental y las difíciles condiciones del medio.
El éxito de la agricultura favoreció la formación de nuevas comunidades. Sin embargo, el número de pueblos creció tanto que no pudieron encontrar a tiempo nuevas tierras para mondar. Los granjeros desarrollaron entonces, formas para mantener la fertilidad del suelo mediante la devolución de sus desechos a la tierra y el barbecho de una porción de esta cada año. Dicho avance permitió a las comunidades asentarse permanentemente.
En el inestable medio de Europa, incentivó la creatividad de las comunidades como vía para sobrevivir.
Hacia el 5 000 a.n.e., los pueblos de la región construyeron graneros para almacenar los alimentos a largo plazo y desarrollaron una alfarería avanzada. La fertilidad y la protección de los desastres climatológicos fueron sus principales preocupaciones.
La civilización griega
Los orígenes de la civilización griega coinciden con el nacimiento de la Edad de Bronce. La revolución metalúrgica, que originó la Edad de Bronce se produjo hacia el 3 000 a.n.e. en el Cáucaso -en las tierras altas entre el mar Blanco y el Caspio- y en Asia Menor, donde abundaba el cobre y el estaño. Sin embargo, hasta el 2000 a.n.e., que las herramientas de bronce dominaron entre las herramientas de las culturas del este del Mediterráneo. Las herramientas y armas de bronce presentaban varias ventajas sobre sus antecesoras, las de piedra. Ellas adquirían un mayor filo, pero además, podían elaborarse con más facilidad, rapidez, uniformidad y calidad.
El comercio, que las hizo posible, no fue un rasgo importante de la economía de la Edad de Piedra. La importación de piedras para la elaboración de herramientas fue un fenómeno escaso. Por el contrario, la metalurgia se basa en la existencia de un tipo de recurso poco común. No fueron muchas las comunidades que pudieron dedicarse a ella sin establecer relaciones comerciales estables y frecuentes con lugares distantes. La revolución del metal incrementó el comercio y, por consiguiente, el contacto intercultural.
El próspero comercio requirió que las sociedades generaran productos comerciales, así que la introducción del metal produjo una revolución económica en el este del Mediterráneo. La economía internacional favoreció la creación de múltiples sociedades acaudaladas que sustentaban a una clase profesional de artesanos y artistas. Estas sociedades intercambiaban tanto gustos e ideas artísticas como mercancías materiales, ello aceleró la marcha del desarrollo cultural.
Creta y la Grecia micénica
Creta es una isla que se encuentra a la entrada del mar Egeo. Hacia el 2 000 a.n.e., muchas comunidades de la isla se convirtieron en ciudades ricas con economías basadas en el comercio. El comercio de los minoicos -una cultura prehistórica que floreció en Creta aproximadamente desde el 3 000 al 1 100 a.n.e.- fue tan disperso y complicado que requirió del registro escrito. Para cumplir con esta tarea, los minoicos desarrollaron una escritura característica. Con ella registraron contratos, ventas y conocimientos de
embarques en tablillas de arcilla. Los minoicos utilizaron pictografías a lo largo de sus márgenes para realizar una referencia rápida a su contenido. Su escritura fue la primera en realizarse en líneas. Hacia el año 1 400 a.n.e. cayó la Creta minoica. De ellos, los griegos heredaron su sistema de escritura.
Fuente: Apuntes para una historia universal
Lic. Rubén Cañedo Andalia,1 Lic. Caridad Karell Marí2

HISTORIA DEL HOLOCAUSTO: PANORAMA GENERAL


  

HISTORIA DEL HOLOCAUSTO: PANORAMA GENERAL

Entre 1942 y 1944 los alemanes tomaron medidas para eliminar los ghettos en la Polonia ocupada y en otras partes deportando a los residentes de los ghettos a “campos de exterminio” – centros de matanza equipados con cámaras de gas – ubicados en Polonia. Después de una reunión entre altos oficiales del gobierno alemán a finales de enero de 1942 en la villa del barrio berlinés de Wannsee para informarles de la decision de ejecutar la “solución final para la cuestión judía”, se envió a judíos de Europa occidental también a centros de matanza en el Este.
Los seis sitios de matanza fueron elegidos por su cercanía a las líneas férreas y su ubicación en areas semirurales en Belzec, Sobibor, Treblinka, Chelmno, Majdanek4 y Auschwitz-Birkenau. Chelmno fue el primer campo en el que se llevaron a cabo ejecuciones en masa usando gas inyectado en camionetas. Al menos 152.000 personas fueron muertas allí entre diciembre de 1941 y marzo de 1943 y entre junio y julio de 1944. Un centro de matanza con cámaras de gas operaba en Belzec donde fueron muertas alrededor de 600.000 personas entre mayo de 1942 y agosto de 1943. Sobibor se abrió en mayo de 1942 y cerró después de una rebelión de los prisioneros el 14 de octubre de 1943. Alrededor de 250.000 personas ya habían sido muertas con gas en Sobibor. Treblinka abrió en julio de 1942 y cerró en noviembre de 1943. Una revuelta de los prisioneros a principios de agosto de 1943 destrozó gran parte de las instalaciones. Al menos 750.000 personas fueron muertas en Treblinka, físicamente el más grande de los centros de matanza. Casi todas las víctimas de Chelmno, Belzec, Sobibor y Treblinka eran judíos, algunos eran gitanos roma, polacos, y prisioneros de guerra soviéticos. Muy pocos individuos sobrevivieron en estos cuatro campos de matanza donde se mataba a casi todos los que llegaban inmediatamente.
Auschwitz-Birkenau, que también sirvió de campo de concentración y de trabajo forzado, fue el centro de matanza donde el mayor número de judíos europeos y gitanos roma fueron muertos. Despues de un gaseamiento experimental en septiembre de 1941 – 250 malnutridos y enfermos prisioneros polacos y 600 prisioneros de guerra soviéticos – el asesinato en masa se convirtió en rutina diaria. Se mató a más de un millón de personas en Auschwitz-Birkenau, nueve de cada diez eran judíos. Además, gitanos roma, prisioneros de guerra soviéticos y enfermos de todas las nacionalidades murieron en cámaras de gas allí. Entre el 15 de mayo y el 9 de julio de 1944 casi 440.000 judíos fueron deportados de Hungría en más de 140 trenes y sobre todo a Auschwitz. Esta fue probablemente la deportación en masa más grande durante el Holocausto. Un sistema similar se implantó en Majdanek que también sirvió como campo de concentración, y donde se mataron entre 170.000 y 235.000 personas en cámaras de gas o murieron de malnutrición, o como consecuencia de la brutalidad o la enfermedad.
Los métodos de asesinato eran similares en los centros de matanza operados por las SS. Las víctimas judías llegaban en vagones de carga de tren y trenes de pasajeros, la mayoría proveniente de ghettos y campos en la Polonia ocupada, pero también de casi todos los países de Europa occidental y oriental. Al llegar se separaba a los hombres de las mujeres y los niños. Se obligaba a los prisioneros a desvestirse y a entregar todos sus objetos de valor y se les metía desnudos en las cámaras de gas que estaban camufladas de duchas y se les asfixiaba con monóxido de carbono o Zyklon B (una forma de ácido prúsico cristalino que también se usaba como insecticida en algunos campos). La minoría seleccionada para realizar trabajos forzados pasaba una cuarentena y quedaban vulnerables a la malnutrición, exposición a los agentes externos, epidemias, experimentos médicos y brutalidad. Muchos murieron como consecuencia de todo esto.
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4 A pesar de las opiniones de algunos historiadores de que operativamente Majdanek era más un campo de concentración que un centro de matanza, la mayoría de los estudiosos lo incluyen entre estos por el gran número de prisioneros que murieron en él y por el uso de gas venenoso en el proceso de matanza.
Fuente: HISTORIA DEL HOLOCAUSTO: PANORAMA GENERAL

ÚTILES. Otra vía de acercamiento a la vida del hombre primitivo



ÚTILES.  Otra vía de acercamiento a la vida del hombre primitivo son los útiles por él fabricados. Normalmente empleó la piedra, sobre todo el sílex, que golpeada de forma cada vez más hábil - talla - se convertía en instrumento útil para cortar, raspar o agujerear, y a veces del hueso.

    Los objetos de piedra tallada más antiguos integran la ya aludida cultura de los guijarros, caracterizada por una técnica muy rudimentaria. Posteriormente aparecen las hachas de mano, primero bifaciales - Chelense - y luego de gran variedad y perfección - Achelense. Igualmente es muy antigua la cultura Clactoniense o de lascas - esquirlas que saltan una vez se ha golpeado adecuadamente la piedra -, que adquirirá gran desarrollo y perfección en el Musteriense, período en el que aparecen diversos tipos especializados: raederas, hojas cortantes, perforadores.

    La industria ósea no está todavía muy desarrollada en el Musteriense. Se halla patente en una serie de puntas y esquirlas, muy aguzadas a veces, obtenidas de extremidades inferiores de animales, como el bisonte o el caballo, y de falanges de renos. Algunas puntas se usaron para retocar las lascas.
Fuente: Enciclopedia Lafer

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