HISTORIA UNIVERSAL
1. PREHISTORIA
CONCEPTO.-
Con el término Prehistoria se designa a la larguísima etapa que transcurre
desde la aparición del hombre, ser capaz de producir instrumentos, hasta la
invención de la escritura, con la presencia de los primeros testimonios
escritos.
Este
lapso de tiempo puede variar en los diversos pueblos, ya que no todos crean o
adoptan al mismo tiempo sistemas de escritura que les permitan relatar por sí
mismos los pormenores de su vida. Por ello, se ha utilizado frecuentemente otro
nombre, el de Protohistoria, con el cual se quiere hacer referencia al estadio
vivido por aquellos pueblos contemporáneos de civilizaciones históricas, pero
que no nos legaron textos escritos por ellos mismos.
Ante
la falta de tales escritos, el conocimiento del período prehistórico requiere
necesariamente el estudio y la interpretación de todos cuantos vestigios
materiales primitivos han llegado hasta nosotros, merced a sucesivos hallazgos
y excavaciones. A través de ellos intenta el prehistoriador, a menudo con
grandes problemas y dificultades, rastrear los pasos iniciales del hombre y
seguir su evolución hasta la irrupción de la escritura: fósiles humanos,
instrumentos fabricados y manifestaciones artísticas serán el objeto primordial
de su análisis y la base de sus apreciaciones, utilizando para su datación
avanzadas técnicas, como las del Carbono 14 y del Potasio-Argón.
FÓSILES.
Los fósiles hallados hasta el momento nos permiten asomarnos al final de
un largo proceso evolutivo que plantea serios problemas. Al parecer, de acuerdo
con los datos ofrecidos por la
Antropología y la Arqueología , hombres y monos descenderían de un
antepasado común, un primate aún desconocido, que habría existido en la época
terciaria, pero el cómo de esa progresiva hominización resulta todavía un tanto
nebuloso.
Los
más antiguos fósiles, que se discute sean humanos o no, se remontan a más de un
millón de años. A ellos pertenecen los Australopitecus, extraña mezcla de
caracteres humanos y simiescos, cuyos ejemplares más antiguos, descubiertos no
hace mucho tiempo en Etiopía, llegan a fechar algunos especialistas en cuatro
millones de años. Sus restos fueron encontrados en el Sur y Este de África,
junto con toscos guijarros que habían sido golpeados en uno de sus extremos
para que adoptasen una forma cortante - Pebble culture o cultura de los
guijarros -. La respuesta a los interrogantes planteados en torno al carácter
humano de estos seres, cuya capacidad craneana oscila alrededor de los
seiscientos centímetros cúbicos, se ha hecho aún más compleja con los
descubrimientos del Homo Habilis, hallado en el yacimiento de Olduway
(Tanganica), al parecer de un millón ochocientos mil años de antigüedad, con
una capacidad craneana de 700 cm³ y mandíbula y manos más parecidas a las del
Homo Sapiens que los precedentes, y el más reciente del Hombre de Leackey,
aparecido cerca del lago Rodolfo, de tres millones de años, capacidad craneana
de 800 cm³ y con caracteres más humanos que los anteriores, aunque todavía muy
lejos de los 1.500 cm³ del hombre actual.
Otro
segundo grupo, cuyos restos se fechan entre el millón y el medio millón de
años, estaría representado por el Homo Erectus con sus dos tipos
característicos: el Pithecanthropus, u Hombre de Java, con mayor capacidad
craneana que sus predecesores: 900 cm³, y el Sinanthropus, u Hombre de Pekín,
de talla muy próxima a la media humana actual, con 1.000 cm³ de capacidad
craneana y mandíbula muy robusta.
Así
como muchos especialistas se resisten a reconocerle un carácter plenamente
humano al primer grupo, los útiles hallados junto a los segundos, al igual que
ciertos rasgos físicos, parecen confirmar la filiación humana de éstos, a pesar
de persistir aún rasgos simiescos.
El
Hombre de Neanderthal sería el exponente más característico de un tercer grupo,
ya bastante próximo a nosotros, de una antigüedad de ciento cincuenta mil a
treinta mil años, muchísimo más parecido al hombre actual, con una capacidad
craneana de 1.450 cm³, pero todavía con algunas diferencias: estatura más baja,
frente hundida, ausencia de mentón, arcos superciliares muy salientes. Su
cultura había adquirido ya gran desarrollo.
Finalmente aparece el Homo Sapiens, con distintas variedades -
Cro-Magnon, Grimaldi, Chancelade -, cuyo fósil más antiguo no supera los 40.000
años. Sus caracteres físicos son idénticos a los del hombre actual.
Fuente: Enciclopedia Lafer
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