HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL- El 12 de marzo las tropas alemanas entraban

  

HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
El 12 de marzo las tropas alemanas entraban por raudales en Austria. Pronto caería Checoslovaquia.
Hitler se puso en camino a su país, donde recibió una bienvenida tumultuosa y mandó a hacer una ley que lo proclamaba presidente. Austria era, ahora, una provincia del Reich. Detuvieron a 79 mil personas que no eran de fiar.
Dijo al pueblo: "no hemos venido como tiranos sino como libertadores".
Miles de judíos fueron arrestados, encarcelados y sus posesiones confiscadas o robadas. Tal vez la mitad de los ellos, unos 90 mil, compró su libertad para huir entregando a los nazis lo que poseían. Comenzó, con esto, el lucrativo negocio de la libertad humana. Lo llevó a cabo una organización llamada Oficina para la Emigración Judía, única agencia nazi autorizada para expedir permisos a los judíos que querían irse del país. Se convirtió en agencia de exterminación y organizó una matanza de más de cuatro millones de personas.
Al anexar Austria, Hitler había añadido 7 millones de subordinados al Tercer Reich. Faltaba ahora el ataque sorpresa a Checoslovaquia. Éste era un país de minorías. La orden de Hitler era derrocar al Estado checo, apoderarse del país y someter a sus habitantes al mando del Tercer Reich.
Londres, París, Praga y Moscú creyeron que Europa se encontraba cerca de la guerra. Los checos ordenaron la movilización de tropas. Gran Bretaña, Francia y Rusia mostraron firmeza y unidad.
Los checos no estaban dispuestos a sucumbir sin defenderse. Pero la movilización checa enfureció al Führer. Los alemanes sufrieron la presión diplomática y Hitler gritó a sus seguidores que Checoslovaquia sería borrada del mapa. ¡Es mi terminante voluntad!, destacó. Había tomado la decisión para el 1 de octubre, aunque el alto mando se opusiera.
El movimiento de resistencia alemán fue reducido y débil. Tenían pocos partidarios. Algunos conspiradores tenían planificado apoderarse de Hitler cuando lanzara la orden de atacar Checoslovaquia y conducirlo a un tribunal del pueblo. Querían acusarlo de intentar arrojar a Alemania a una guerra.
Los principales conspiradores eran los generales Halder y Beck. Hitler dijo al canciller inglés que quería a los tres millones de alemanes que vivían en Checoslovaquia. Los británicos y franceses, que no querían la guerra, se pusieron de acuerdo en proposiciones conjuntas que los checos debían aceptar. Todos los territorios sudestes en los que la población alemana era de 50% o más, serían entregados a Alemania. Así, se aseguraría el mantenimiento de la paz y seguridad de los intereses checos. Los cancilleres británicos y franceses les dijeron que si se negaban, no se preocuparían más del futuro de ese país. Checoslovaquia debía, entonces, luchar sola y el Presidente se rindió.
El 21 de septiembre el gobierno checo capituló y aceptó el plan. No había alternativa, serían abandonados. Hitler insistió en la ocupación de territorios el 1 de octubre. El verdadero objetivo era destruir el país con una intervención militar. El 28 de septiembre la guerra parecía inevitable. Para el general Halder, había llegado el momento del complot contra Hitler. El Führer estaba en Berlín y había fijado la fecha del ataque para el 30 de septiembre. En ese momento, el primer ministro británico logró la paz por medio del acuerdo de Munich.
Los conspiradores se frenaron porque el peligro de la guerra había desaparecido. Un arreglo final, el 28 de noviembre de 1938, obligó a los checos a ceder a Alemania 28.600 kms2 de territorio.
EL INICIO DE LA GUERRA
El 1 de septiembre de 1939, las tropas alemanas invaden Polonia. El 3 de septiembre, Gran  Bretaña y Francia, que no habían reaccionado a raíz de la anexión de Austria y que, en la Conferencia de Múnich, el 30 de septiembre de 1938, habían consentido un primer desmembramiento de Checoslovaquia, declaran la guerra a Alemania.
En Italia, Mussolini, de acuerdo con Hitler, declara el estado de no-beligerancia; Estados Unidos proclama su neutralidad; la Unión Soviética y Japón firman un pacto de no-agresión; la Commonwealth se alinea al lado de Gran Bretaña.
El 5 de octubre de 1939 el ejército alemán marchaba sobre las calles de Varsovia. La nación estaba condenada. Su caballería no podía hacer nada contra los tanques alemanes. Los bombarderos destruyeron el sistema de transporte de Polonia, derribaron su pequeña Fuerza Aérea y aterrorizaron a las ciudades. Cracovia cayó el 6 de septiembre. En tres semanas, Polonia es puesta fuera de combate por la infantería y los ejércitos blindados alemanes en combinación con el uso masivo de la artillería y aviación. Es la guerra relámpago o blitzkrieg.
Cuando la lucha casi había terminado llegaron del este los soviéticos. El gobierno polaco huyó al exilio. De un millón de soldados polacos, 700 mil fueron hechos prisioneros y 80 mil habían huido del país. Las fuerzas de expedición alemana eran de un millón y medio de soldados y sólo fueron dados de baja 45 mil.
La Segunda Guerra involucró a todo el mundo. India contribuyó con 2 millones de soldados,
Canadá también mandó hombres y su armada.
Stalin decidió apostar soldados en Finlandia para evitar que Hitler tratara de llegar a Stalingrado a través de ese país. Muchos soldados soviéticos murieron congelados. En febrero de 1940, Stalin lo intentó de nuevo. El 12 de marzo, Finlandia firmó un tratado de paz por el que cedía un décimo de su territorio a la URSS.
Alemania empezó la batalla del Atlántico, la campaña más amplia de la guerra. El 3 de septiembre de 1939 un submarino torpedeó al trasatlántico británico Athenia, matando a 112 pasajeros. La flota alemana aterrorizó a los aliados desde Islandia a Sudáfrica.
Mientras EEUU, en 1939, que proporcionaba armamento a Gran Bretaña y Francia, logró mantener al ejército fuera de la guerra hasta el ataque japonés a Pearl Harbor. Alemania estaba mejor preparada para la guerra que ningún otro país en el mundo. Hitler había encabezado un programa de rearme que duró 5 años. Multiplicó la producción y el empleo público, acabó el paro y ganó la gratitud de la gente. La invasión a Polonia fue revolucionaria y los aliados vieron que el enemigo era fuerte.
Las fuerzas alemanas eran superiores en entrenamiento, disciplina y espíritu guerrero de soldados.
Suiza permaneció neutral siguiendo su política desde 1648. Fue la única democracia que sobrevivió. Durante la guerra, 400 mil refugiados se trasladaron a Suiza o la cruzaron. En 1939 los nazis reimplantaron los guetos, allí estaban confinados los judíos y fueron establecidos en Polonia.
Las entradas eran vigiladas al igual que los movimientos. Las condiciones de vida eran denigrantes:
Trece personas por habitación y era habitual morir lentamente de hambre. Las madres ocultaban la muerte de sus hijos para obtener la ración de comida que les tocaba.
Fuente: HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

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EL NACIMIENTO DE LA VIDA URBANA


 EL NACIMIENTO DE LA VIDA URBANA

    CRISIS DEL FEUDALISMO.  En palabras de Vicens Vives, «a mediados del siglo XII se registra en los países mediterráneos un formidable desarrollo económico, merecedor del nombre de Revolución Comercial... La primera revolución se denomina comercial porque el factor básico del auge de la economía es el tráfico mercantil que se establece entre los distintos países del Mediterráneo... Es una economía de tipo urbano, o sea, renueva la tradición antigua que hacia de la ciudad el centro de las actividades de la vida social y económica. Aquel gran vacío que había representado el feudalismo, durante el cual el campo fue la base de la economía europea, se trunca con la revolución comercial; desde entonces hasta hoy, las ciudades van a mandar en el mundo, y esto es muy importante, porque quien dice ciudades dice la clase social que las domina: el patriciado burgués».

    Ha sido superada la economía feudal de autoconsumo y se inicia una división del trabajo combinada con adecuados sistemas de intercambio: el campo produce las materias de las que abastece a la ciudad; ésta produce los productos manufacturados que son adquiridos por el campesinado.

    Si hasta entonces en la Europa feudal la tierra había sido el único determinante del «estatus» social, a partir de ahora en las ciudades surge un nuevo poder, el del dinero, detentado por el patriciado urbano.

Fuente: Enciclopedia Temática Lafer

LA CULTURA BURGUESA Y EL GÓTICO

     

  LA CULTURA BURGUESA Y EL GÓTICO.  Si en la Alta Edad Media la cultura y la enseñanza florecieron minoritaria y esporádicamente en los monasterios y en algunos centros episcopales, ahora, en la plena Edad Media, con el resurgir de la vida urbana, la ciudad crea una nueva cultura a partir de la Universidad, cuyas características (vida comunitaria, corporativismo de maestros y alumnos, independencia frente a los poderes civiles y eclesiásticos intransigentes) eran las mismas que las del burgo que las había originado. La Iglesia se dio cuenta de la gran importancia de estas Universidades y, a partir del siglo XIII, las protegió y logró introducirse en ellas, imponiendo la colaboración de dos órdenes monásticas recientemente creadas: franciscanos y dominicos. El método filosófico, la Escolástica, alcanzará extraordinario desarrollo en sus dos vertientes: la mística franciscana y la racionalista dominica, que lograría la supremacía gracias a su más eximio representante, Santo Tomás de Aquino (autor de la Summa Theologica), que creo el escolasticismo aristotélico al cristianizar el pensamiento de Aristóteles. La doctrina escolástica, cuya finalidad era armonizar la razón y la fe para interpretar racionalmente el Universo y el hombre, habría de convertirse, a pesar de la oposición inicial, en la doctrina oficial del pensamiento católico.

    Entre los centros universitarios más importantes cabe destacar: la Sorbona (Teología), Bolonia (Derecho), Salamanca, Montpellier (Medicina), Oxford, Cambridge, Perpignan, etcétera.

    La sociedad burguesa, amante de la libertad, de la comodidad y de la felicidad en esta vida, desarrolló pronto un agudo espíritu crítico y un laicismo que iba a poner en duda las verdades de fe y las formas de vida hasta entonces inamovibles. En este sentido cabe destacar la aparición, por un lado, de la herejía albigense (pronto atajada por la Iglesia, que, preveyendo otras desviaciones religiosas, crea el Tribunal del Santo Oficio o Inquisición); por otro, aparece una nueva literatura satírica y jocosa (Decamerón, de Boccaccio; Cuentos de Canterbury, de Chaucer, o el Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita), junto a una novela caballeresca, no con las características épicas y feudales de la época anterior (Cantar de Mío Cid, Chanson de Roland), sino cargada de fina ironía y todo ello salpicado de una fantasía desbordante (Tirant lo Blanc, El Caballero Cifar).

    El arte gótico es eminentemente de carácter burgués y urbano, acorde con las nuevas necesidades de la época. Cuatro son los edificios característicos: catedrales, Ayuntamientos, lonjas y palacios. Nuevos recursos técnicos permiten ampliar las dimensiones de los edificios, que ganan en altura, esbeltez y luminosidad. Los grandes logros arquitectónicos del gótico - realizados y difundidos por los monjes de la Orden del Císter - fueron el arco apuntado (llamado también ojival), la bóveda de crucería y los arbotantes. Si el románico, con su solidez y escasa luz, inspiraba el temor de Dios y la resignación ante la servidumbre feudal, el gótico, la catedral gótica, parece elevarse hacia el cielo en busca de Dios, y es el símbolo de una burguesía atrevida y emprendedora. Los monumentos más característicos son: la catedral de Notre-Dame de París, Chartres, Reims, Estrasburgo, Amiens, en Francia; Westminster y Salisbury (Inglaterra), Colonia (Alemania), Milán (Italia), Burgos y León (España).

    La escultura gótica se humaniza, perdiendo la rigidez del románico. Frente al Pantocrátor (Dios Juez en Majestad) románico, aparece ahora un Cristo Padre o una Virgen María con el Niño en brazos que han perdido su aspecto sobrecogedor en favor de un claro paternalismo. Estas características se dan también en la pintura. El fresco pierde importancia al reducirse el espacio del interior de las iglesias, ocupado ahora por amplios ventanales. Será típica la pintura en retablos sobre madera. Mención especial merecen las vidrieras para cubrir las amplias ventanas. Las de la catedral de Chartres o las de León son buenas muestras.

Fuente: Enciclopedia Temática Lafer

LAS CRUZADAS.

  

LAS CRUZADAS.  A finales del siglo XI, el occidente europeo había logrado la consolidación de sus estructuras políticas y el desarrollo de sus fuerzas económicas: hay una evidente expansión demográfica, económica y militar. Pero estos factores materiales necesitaron y lograron - por el pujante Papado - el acicate espiritual de liberar los Santos Lugares.

    Tampoco puede olvidarse la alarma que cundió en Europa ante la rápida expansión, desde mediados del siglo XI, de los turcos selyúcidas, que, en rápidas acciones militares, conquistan los Estados árabes y gran parte del Asia Menor bizantina; se hacía, pues, necesario el envío de refuerzos para evitar la caída del Imperio Bizantino. Finalmente, cabe señalar los intereses comerciales y la rivalidad entre las ciudades italianas de Génova y Venecia, ya que la intolerancia religiosa de los turcos había cortado cualquier tipo de relación entre Oriente y Occidente, con grave perjuicio para la economía de estas florecientes repúblicas.

    En 1095, en el Concilio de Clermont Ferrand, el Papa Urbano II predica la Cruzada, y al grito de «¡Dios lo quiere!», afirma: «Quienes lucharon antes en guerras privadas entre infieles, que combatan ahora contra los infieles y alcancen la victoria en una guerra que ya debía de haber comenzado; que quienes hasta hoy fueron bandidos se hagan soldados; que los que antes combatieron a sus hermanos, luchen contra los bárbaros». Recalcaba el Papa la necesidad de ayudar a los cristianos de Oriente; ofrecía la absolución a sus pecados a los que cayesen en la empresa y una recompensa terrena más inmediata: el dominio de ricas y fértiles regiones. Sin duda, también pensaba el Papa utilizar la Cruzada para poner fin al cisma de Oriente, producido pocos años antes (1054), y reunificar a la Cristiandad bajo su autoridad.

    Entre el 1095 y el 1270 van a desarrollarse siete expediciones militares (sin incluir la de 1212 o «de los niños»), cuyas consecuencias habrían de ser: cierto debilitamiento del Espíritu feudal en Occidente, por la larga ausencia o muerte de numerosos nobles, intensificación del comercio, lo cual enriqueció a la burguesía, en general, y a las ciudades italianas, en particular, en donde habrían de acumularse importantes cantidades de capital. Introducción en Europa del pensamiento y arte del Islam y de Bizancio, propiciando el desarrollo cultural de Europa en el siglo XIII. Además, se conocieron nuevas formas de vida y nuevos adelantos técnicos, aplicables a la industria y a la artesanía; surgieron las Órdenes Militares (monjes-soldados) Teutónica, del Temple, de San Juan o Malta, de gran importancia política y económica en Europa Occidental en siglos posteriores; lograron crear en Tierra Santa varios Estados cruzados de carácter feudal (Reino de Jerusalén, Condado de Trípoli, Principado de Antioquía, Reino de Armenia Menor, Condado de Edessa, Reino de Chipre) de vida efímera.

    Pueden señalarse también consecuencias negativas: la cuarta Cruzada, en lugar de dirigirse a los Santos Lugares, se limitó a atacar Constantinopla, saqueándola, deponiendo a su Emperador e instaurando un Imperio Latino (1204-1261). La rivalidad entre bizantinos y occidentales fue comprensible; por otra parte, el Imperio Latino debilitó irremisiblemente a Bizancio, propiciando su fin a manos de los turcos. Además, se fomentó el antisemitismo, y también hay que reconocer que los logros militares fueron escasos.

    Dos focos comerciales van a destacar:

    En el Mediterráneo, las ciudades italianas de Venecia, Génova y Pisa, frecuentemente rivales, establecieron factorías que facilitasen su comercio con Oriente; así, Venecia se establece en Creta, y Génova, en el mar Negro y Asia Menor. Practicaban un comercio de importación y de exportación.

    En el mar del Norte y en el Báltico, las ciudades comerciales de Lubeck, Hamburgo, Danzig, Gante y Brujas, procuraron aunar sus intereses establecieron una liga comercial: la Hansa. Los principales productos comercializables eran la miel y pieles rusas, la lana inglesa, el trigo polaco y el pescado y la madera de los países nórdicos.

    También es de destacar la ruta francesa del Ródano, que, apoyándose en las ricas ferias de Champaña, unía estas dos zonas comerciales marítimas. Más tarde se haría importante la ruta del Norte de Italia (Venecia, Milán), que a través de Suiza (que da los primeros pasos hacia su independencia) llegaba a los Países Bajos a lo largo del Rin.

    En España hay que señalar la temprana importancia de Barcelona como centro comercial. La defensa de sus intereses en el Mediterráneo Central y Oriental obligó a los Reyes de la Corona de Aragón a una expansión militar por este mar en Cerdeña, Sicilia, Atenas, Neopatria.

    El gran desarrollo industrial y comercial favorecerá particularmente a la nueva clase social, la burguesía, y preludiará el nacimiento del capitalismo. Podemos hablar en esta época de un «capitalismo comercial» con fuertes beneficios obtenidos a través de la actividad mercantil, y de un «capitalismo financiero» originado por la abundancia de dinero. Junto a este ultimo aparece la figura del banquero, del prestamista y del cambista. Prestaban el dinero a elevado interés, costeando empresas comerciales o militares. Las recientes monarquías nacionales van a encontrar en estas gentes uno de sus más firmes sostenes para sus empresas militares. Junto al desarrollo mercantil hay un aumento considerable de la circulación monetaria. Algunas monedas, como el florín (Florencia) o el ducado (Venecia), adquieren valor de cambio internacional. Se desarrollan también los mecanismos crediticios: letras de cambio, pagarés, ventas a plazos, etcétera.

Fuente Lafer: Enciclopedia Temática

HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Goering fue nombrado ministro de aviación



HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Goering fue nombrado ministro de aviación, debía organizar esa fuerza. Puso a trabajar a los fabricantes en diseño de aviones de guerra. Comenzó el entrenamiento de pilotos militares. La fabrica Krupp de cañones, tampoco estaba ociosa.
Alemania debía autoabastecerse de gasolina y de caucho. Hitler promulgó la ley de servicio militar obligatorio. Con el renacimiento del ejército alemán moría el Tratado de Versalles. Los países de Europa comenzaron a enviar mensajes a Hitler por la paz.
El Führer proclamó que Alemania no tenía la intención de conquistar otros pueblos. Había dicho, tabién, que no competiría navalmente con el poderío británico. El gobierno inglés creyó sus palabras. Se le concedió permiso para construir una armada, cuyo tamaño llegara a un tercio de la británica. Se le daba, por lo tanto, rienda suelta para proceder lo más rápido posible. Los astilleros trabajaban a toda máquina. Fue una inyección de ánimo a la industria del acero.
También se autorizó la construcción de submarinos, cruceros y destructores. En resumen, se pasó por alto el tratado. Cuando Alemania ocupó Renania, los franceses vacilaron y los aliados se mantuvieron en calma. Aunque superiores, no quisieron arriesgarse a una guerra. Seguían creyendo las palabras de paz de Hitler. La victoria del Rhin fortaleció su popularidad y poder, a pesar de lo pequeña que era la operación.
Los hechos se sucedían rápidamente. El 11 de julio de 1936, un acuerdo ratificaba el reconocimiento alemán de soberanía austríaca y prometía la no intervención. El canciller de esanación, entonces, acordó libertar a los presos políticos nazis. Mientras, el 2 de mayo de ese año
Mussolini había ocupado Albisinia y el 16 de julio estallaba la guerra civil española. Hitler tomó decisión de apoyar militarmente a Franco. La ayuda fue considerable, pero menos que la italiana.
El 21 de octubre se firmó un protocolo secreto que unía a Roma y Berlín en una conducta común en lo relativo a la política exterior. El 25 de noviembre firmó pacto con Japón, según el cual se unían para defender la civilización occidental. Además, tenía protocolo secreto contra Rusia.
En 1937, Hitler fue al Reichstag para proclamar la retirada de la firma alemana del Tratado de
Versalles (en realidad el tratado ya estaba muerto). Aprovechó y dio un informe de su gestión en los 4 años que llevaba en el poder: se abolió el paro obrero, se había creado un alza en los negocios, construido un ejército, una flota y fuerzas aéreas. Francia y Gran Bretaña no habían hecho nada para detener a Hitler. En poco tiempo, Alemania se había preparado para la guerra.
Ese año, el país se dedicó a buscar la consolidación y a preparase para alcanzar sus objetivos.
Fue un año dedicado a la fundición de armas, instrucción de tropas, experimentación de la nueva fuerza aérea, acumulación de sucedáneos del caucho y de gasolina, junto a la consolidación del eje Roma-Berlín.
El 24 de junio de 1937 el mariscal de campo, Blomberg, dio directrices secretas: Alemania no debía temer un ataque, pero tenía que estar preparada, porque los sistemas políticos son cambiantes. Los casos de posibles guerras eran en el oeste y el sudeste.
El 5 de noviembre de 1937, Hitler había afirmado su irrevocable decisión de ir a la guerra. Iba a usar las Fuerzas Armadas contra Austria y Checoslovaquia, aunque le significara un conflicto contra Gran Bretaña y Francia. Los comandantes desaprobaban la idea, pero el Führer los sacó del medio. Cayó el ministro Blomberg y luego el general Von Fritsch por medio de conjura de la Gestapo. Hitler, así, había destituido a los hombres de más alto cargo del ejército. Para el 4 de febrero de 1938, el gabinete alemán celebró su última reunión. Hitler se hizo cargo personalmentede las Fuerzas Armadas y abolió el Ministerio de Guerra. Creó el alto mando, con lo que el ejército, la marina y la fuerza aérea quedaban subordinadas. Goering fue nombrado mariscal de campo.
Dieciséis generales, por último, fueron relevados de su mando y sacó al ministro de Relaciones Exteriores. Ese día, además,ocurrió un hito en la historia del Tercer Reich. Los últimos conservadores que se oponían al camino de Hitler fueron abatidos. La política exterior, económica y militar quedó concentrada en sus manos. También las Fuerzas Armadas.
Hitler, luego, hizo un ultimátum a Austria para que en una semana entregara el gobierno a los nazis. Si no lo hacía, invadiría . Ante tal amenaza, el presidente austríaco cedió. El 20 de febrero del mismo año, Hitler dio un discurso donde advirtió que Austria y Checoslovaquia serían alemanas. El 10 de marzo decidió la ocupación de su país natal. El canciller austríaco dimitió.
Mientras, Gran Bretaña y Francia no adoptaron ninguna medida. El Füherer había previsto esta inmovilidad.
Fuente: HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

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LAS MONARQUÍAS NACIONALES LA CRISIS DEL SIGLO XIV

LAS MONARQUÍAS NACIONALES

    LA CRISIS DEL SIGLO XIV.  Con el siglo XIV se abre para Europa una crisis general que iba a incidir sobre todos los terrenos: demográfico, social, económico, político y religioso.

    En el aspecto demográfico - con repercusiones en los campos sociales y económicos - hemos de tener muy en cuenta la fecha de 1348, momento en que se extiende por Europa la mortal peste negra. Desde principios de siglo se habían sucedido en Europa repetidos períodos de malas cosechas, con las consiguientes hambres. La peste incidiría con más fiereza en esta población depauperada. La peste negra, traída de Oriente por navíos genoveses, se extendió entre los años 1348-1351 por toda Europa. La mortandad fue espantosa y acaso afectase a un tercio de la población europea.

    La reacción ante el descenso demográfico fue una lógica cadena: disminución de la mano de obra en el campo y en la ciudad (descenso de la producción), disminución de la demanda (crisis del comercio). Este caos comercial corta las relaciones mercantiles y el dinero empieza a escasear. Se recurre a la medida de devaluar las monedas, reduciendo su peso y su ley. Los señores feudales y los burgueses que han invertido en el campo, ante el ansia de dinero en metálico, exigen que las rentas les sean abonadas por el campesino en metálico y requieren de los arrendatarios viejos derechos olvidados. Las condiciones del labriego son cada día peores y ello dará lugar a una serie de revueltas sociales por toda Europa en la segunda mitad del siglo XIV: revuelta de la Jacquerie en Francia, de Walt Iyler en Inglaterra, de los Kerels en Flandes, o la posterior de los payeses de remensa en Cataluña.

    Los cambios y la crisis económica habrían de repercutir en la sociedad, dándose en ella importantes cambios morales y de mentalidad: durante la plena Edad Media, los criterios de la Iglesia iban a ser generalmente respetados y los pueblos europeos se consideraban, ante todo, cristianos. Con la crisis del siglo XIV, las soluciones aportadas por una Iglesia minada de rencillas internas, ya no satisfacen. Se quiebra la noción de unidad cristiana, y el hombre va a buscar a sus guías entre los laicos, a la vez que adquieren mayor importancia las Iglesias nacionales.

    Ante la inseguridad y el pánico producido por la difusión de la peste surgen sentimientos no de resignación, piedad y conformismo, sino de goce, de exaltación de la sensualidad, de vivir intensamente. Esta sociedad ve aparecer una pléyade de hombres de letras (precursores del humanismo), juristas (en los que se apoyan las monarquías autoritarias) y mercenarios (brazo militar de las nuevas naciones). Es el triunfo del individualismo frente al corporativismo de siglos anteriores.

    Entran en crisis también las estructuras políticas tradicionales, pues frente a la idea de la república cristiana surgen los Estados nacionales, decayendo indefectiblemente la autoridad universal de la Iglesia y del Imperio. Era la derrota de la teocracia por el laicismo, y el ciudadano, antes que cristiano, era inglés, francés o castellano.

    La Iglesia va a conocer también convulsiones de extrema gravedad que redundarían en una pérdida de prestigio.

Fuente: Enciclopedia Temática Lafer

EL BURGO FRENTE AL FEUDO


EL BURGO FRENTE AL FEUDO.  Frecuentemente se habla, en esta época, de un claro enfrentamiento entre feudo y burgo. Hay que reconocer que, pese a los crecientes logros de las nuevas ciudades, Europa habría de mantener durante varios siglos una estructura feudal con una sociedad dividida en estamentos. La clase privilegiada continuó siendo la nobleza y el clero, mientras que la burguesía, a pesar de su poder económico, fue incluida entre los no privilegiados. Sería a la larga la riqueza la única distinción de clase que el burgués aceptaba, distinguiéndose consecuentemente una gran burguesía (ricos comerciantes, banqueros) de la pequeña burguesía (artesanos, pequeños mercaderes).

    La mayor preocupación de esta burguesía urbana iba a centrarse en lograr la autonomía municipal que les desvinculase del control feudal. Este movimiento de emancipación urbana va a ser de desigual intensidad en toda Europa. Las ciudades de Alemania e Italia serían las que lograsen una mayor autonomía; tanto es así, que las italianas Florencia o Venecia, por ejemplo, llegaron a formar florecientes repúblicas independientes. En Francia o Inglaterra, las incipientes monarquías autoritarias se atrajeron a su bando a las nuevas ciudades para luchar contra la nobleza feudal. Los privilegios premercantilistas que los monarcas otorgaron a estas ciudades hicieron que la burguesía intelectual y comercial viesen en la unificación estatal la mejor defensa de sus intereses. Así vemos que en el siglo XIII se está logrando un equilibrio de poderes entre la monarquía, la nobleza, la Iglesia y la burguesía. El gobierno de la nación no va a basarse ya en lazos de dependencia (vasallaje), sino en instituciones políticas nuevas: Parlamentos, Estados Generales, Cortes, que debían aprobar las leyes y votar los impuestos. La fuerza de estas instituciones varió según el carácter más o menos autoritario de los monarcas. Merece especial atención Inglaterra, que evoluciona hacia un tipo de monarquía parlamentaria al verse obligado a firmar Juan Sin Tierra la Carta Magna (1215) ante la presión de nobles y burgueses. La Carta Magna reconocía los privilegios de estas dos clases y ponía coto al autoritarismo real.

Fuente: Enciclopedia Temática Lafer

CAUSAS DEL CAMBIO. ¿Cuáles fueron las causas determinantes del cambio?


CAUSAS DEL CAMBIO.  ¿Cuáles fueron las causas determinantes del cambio?

    A partir de mediados del siglo XII, Europa vive un extraordinario desarrollo demográfico.

    Puede calcularse que en doscientos años, la población pasó de 50 millones (hacia el 1100) a 75 millones de habitantes (hacia el 1300). Este aumento de la población se explica por las mejoras en las condiciones de vida, y producirá como consecuencia un rápido desarrollo agrícola, comercial y manufacturero para atender a estas nuevas bocas.

    Se aumenta la extensión de las superficies cultivadas, se producen importantes avances técnicos (arado de ruedas y vertedera, amplia utilización de los molinos de agua y viento, mejores aparejos para el caballo, cuyo uso como animal de tiro se generaliza, etcétera), que harán aumentar los rendimientos agrícolas y mejorar la base alimenticia, lo cual redundaría en un descenso de la mortalidad y en un aumento de la natalidad. Estamos claramente ante una reacción en cadena.

    Por otra parte, el incremento de la producción supondrá importantes excedentes agrícolas, que van a ser vendidos en la ciudad.

    Los productores directos comenzaron a enriquecerse, y el dinero comenzó a afluir al campo, aunque fue realmente invertido en la ciudad.

    Las mejoras técnicas dejaron sin trabajo en los feudos a multitud de siervos, que empezaron a afluir a la ciudad en forma de peonaje barato y sin cualificar.

    Las ciudades iban a enriquecerse rápidamente, pues, al aumentar el poder adquisitivo del campesino, éste se acostumbró a adquirir los productos manufacturados y los bienes de lujo que los artesanos y comerciantes de la ciudad les venden. Puede hablarse ya de una economía de mercado.

    Las ciudades antiguas renacen, aumentan rápidamente sus efectivos demográficos, con lo que se hace necesaria la construcción de nuevas viviendas, que, por necesidades de espacio, surgen fuera de las murallas antiguas: serán los llamados burgos, y burgueses serán los que habiten en ellas.

    La artesanía adquiere en la ciudad considerable desarrollo y los artesanos se agrupan en gremios según sus especialidades.

    El gremio sería una unidad económica formada por aprendices, oficiales y patronos; su misión sería la de defender los intereses de sus asociados, evitar la competencia, fiscalizar la producción, fijar los precios y los horarios de trabajo, los beneficios de venta, etcétera.

    Precario y lento hubiese sido el desarrollo de las ciudades si no hubiese sido por la adición de un nuevo e importantísimo factor: el renacimiento del comercio de larga distancia, regido por una muy importante burguesía comercial, que obtiene fabulosos beneficios acaparando inmensas fortunas.

    Si el gremio había sido un sistema de producción limitado a abastecer a la ciudad y a su entorno, es decir, sin amplitud de miras, por el contrario, la burguesía comercial tiene auténtico espíritu de empresa capitalista.

    Diversos factores habrían de propiciar este «gran comercio». Hay que tener en cuenta, en primer lugar, la pacificación y mejora de las rutas marítimas y terrestres por la decadencia de la piratería sarracena, el valladar a la expansión húngara que había significado la victoria del Emperador Otón I y el Sacro Imperio Romano Germánico y el asentamiento definitivo de los normandos. Por otra parte, las Cruzadas abrieron y vitalizaron la ruta del Mediterráneo.

Fuente: Enciclopedia Temática Lafer

HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL En muchas ciudades ni siquiera podían comprar alimentos

HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
En muchas ciudades ni siquiera podían comprar alimentos. Las puertas de las carnicerías, panaderías y lecherías lucían letreros con la leyenda no se admiten judíos. Las farmacias no les vendían remedios y los hoteles no los alojaban. Los nazis también comenzaron una guerra contra las iglesias cristianas. Algunos pasos que dieron contra la Iglesia Católica fueron la ley de esterilización; la disolución de la Liga Católica; el arresto de monjas y sacerdotes por inmorales o tráfico de divisas extranjeras y la prohibición de publicaciones católicas.
En la noche del 10 de mayo de 1933, unos veinte mil libros fueron quemados por estudiantes. Algunos de los autores eran Thomas Mann, Albert Einstein, Jack London, Helen Keller, Emile Zola y Proust. Quedaba prohibido cualquier libro que obre contra el futuro alemán, la patria y las fuerzas impulsoras del pueblo.
Se comenzó a reglamentar la cultura. El Reich debía determinar las líneas de progreso mental y espiritual. Se establecieron siete subcámaras para la guía e inspección de todas las esferas de la vida cultural. Los judíos fueron desterrados de las orquestas y prohibida la música de Mendelssohn porque era de esa raza. Goebbels, ministro de propaganda, daba todos los días instrucciones a los diarios y corresponsales sobre qué noticias publicar y cuáles suprimir, cómo redactarlas e, incluso, los titulares. La ley de prensa del Tercer Reich decía que los directores debían ser arios, limpios, alemanes y no estar casados con judías.
Tenían el control total de la prensa. La radio y el cine también estaban acorralados para servir la causa nazi. El Tercer Reich también controlaba la educación. La instrucción era espartana, política y marcial. Había servicio laboral obligatorio y luego servicio militar. La idea era coger a la juventud.
Centros escolares fueron nazificados. "Mi Lucha" fue declarado órgano oficial de educación, mientras a los judíos se les prohibía enseñar.
El ministro de educación del Reich nombraba a los rectores. Se falseó la historia y se enseñó ciencias racistas. De los 6 a los 10 años, los niños debían hacer un aprendizaje para las juventudes hitlerianas.
A los 10 años, después de aprobar ejercicios de atletismo, prácticas de campamento y de historia nazificada, pasaban a las juventudes donde juraban lealtad al Führer hasta dar la vida por él.
A los 14 años ingresaban a la juventud propiamente tal, hasta los 18 años. Luego venía el servicio al trabajo y al ejército. Había una vasta organización. También para las muchachas. Tenían uniformes, les daban instrucciones y hacían marchas donde las adoctrinaban. Las mujeres debían ser madres saludables de hijos igualmente sanos.
Existía la BDM (Bund deutscher maedel). Eran muchachas de 18 a 21 años que hacían un año de servicio en granjas. A fines de 1938, las juventudes hitlerianas tenían siete millones 700 mil afiliados. En marzo de 1939 se dictó una ley que obligaba enrolarse.
Las juventudes eran educadas para tener cuerpos sanos y fuertes; fe en el futuro de la patria y en ellos mismos; además de un sentido de hermandad y camaradería. La dictadura nazi no se atrevió a suprimir las inmensas propiedades feudales, pero hizo programas agrícolas que estimulaban al campesino.
Se redujo la cesantía; la producción nacional subió en un 102% entre 1932 y 1937, mientras la renta nacional fue duplicada. Estimuló el trabajo por medio de grandes obras públicas y apoyó a la empresa privada. La base de la recuperación alemana fue el rearme. Era una economía de guerra, movilizada para ella. La industria pesada se benefició con estas acciones.
Los obreros no tenían derecho a huelga, ni a sindicatos. Por lo tanto, eran siervos industriales a quienes les fijaba el salario. Las leyes restringían, además, la posibilidad del obrero para cambiarse de trabajo.
En 1938 la ley instituyó el reclutamiento para el trabajo. Obligaba a trabajar donde el estado determinara. La fuerza de la alegría era la forma en que se trataba de controlar esparcimiento de los obreros. Se organizaron clubes y viajes de excursión a los Alpes bávaros. Se controlaban hasta los deportes.
Hitler era la ley. Goering dijo a los fiscales, que las normas y la voluntad del Führer eran lo mismo. Con el tiempo se estableció el temido tribunal del pueblo. La Gestapo también era ley, la policía secreta del Estado. Primero fue un instrumento personal de Goering para infundir temor, detener y asesinar a los adversarios del régimen. En 1934, el mismo Goering nombró a Himmler lugarteniente de la Gestapo. Las órdenes y las acciones de esta policía no estaban sometidas a revisión judicial.
Los primeros campos de concentración brotaron como hongos durante el primer año de gobierno nazi. A finales de 1933 habían unos 50. Se arrestaba para custodia protectora. A principios del régimen nazi había entre 20 y 30 mil presos. Luego serían millones. El 16 de junio de 1936 se estableció una policía unificada para todo el Reich, con Himmler al frente. El Tercer Reich había llegado a ser un estado policíaco. El 25 de julio de 1934 los nazis asesinaron al canciller austríaco Dollfuss, en Viena. Por radio se informó que había dimitido, pero la sublevación nazi fracasó. Hitler perseguía incansablemente su programa de rehacer las fuerzas armadas y procurarles armamentos. El ejército debía triplicarse en un año.
Fuente: HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
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